A veces un velo oculta la maravilla. Es como una cortina que no deja que se filtren por completo los rayos del Sol. Nos muestra la realidad a medias, distorsiona y empaña. Me he dado cuenta que, en realidad, cuesta muy poco apartar esa cortina, ponerla a un lado, subir las persianas, mirar a través de éstas ramas, porque lo que hay detrás es lo verdaderamente interesante.
Ayer llovía y mientras tanto pensé que las gotas que caían son como los sucesos de la vida cotidiana de cada uno. Esas gotas de agua alimentan la tierra, hacen crecer la vegetación, purifican el aire y aportan vida. Pasa lo mismo con todo aquello que nos va sucediendo a lo largo del día. Todo. Lo bueno, lo malo, lo mejor, lo peor. Sólo hace falta ser positivo y optimista para darse cuenta de que los acontecimientos sirven para que crezcamos por dentro. Como hoy crecen la hierba y los pantanos.
Aunque tú no lo sepas
nos decíamos tanto
con las manos tan llenas
cada día más flacos.
Inventamos mareas
tripulaba los barcos
encendía con besos
el mar de tus labios
y toda tu escalera.
Ésta noche toca Quique González ... ya os contaré.
1 comentario:
"Me he dado cuenta que, en realidad, cuesta muy poco apartar esa cortina, ponerla a un lado, subir las persianas, mirar a través de éstas ramas, porque lo que hay detrás es lo verdaderamente interesante". Que nos lo digan a nosotras, Beíta, que estamos dando el salto de ser Nikole Kidman en "Los Otros" a vivir eternamente en "El lago Azul"...
Un besito y ya me contarás ese Quique y esa Vetusta.
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